Por Mads Tömörkènyi
Publicado el 25 de octubre de 2022

La postura es fundamentalmente la representación visual de nuestra función básica general; física y mentalmente.

Remontándose miles de años atrás a varios reinos antiguos, especialmente conocidos de la antigua Grecia, la postura siempre ha tenido un valor monumental y era algo que significaba éxito y fuerza.

Los victorianos se convirtieron en estatuas, y lo que caracterizaba continuamente a estas estatuas era el aspecto físico de los héroes. A menudo algo delgados y musculosos. Pero siempre con una postura que mostraba superávit, buena funcionalidad y bienestar.

La misma postura que hoy -miles de años después- caracterizamos como la postura óptima para el movimiento. Esto incluye:

• Una columna vertebral alineada. Esto significa más dominada por ser en forma de J, en lugar de en forma de S.
• "Líneas" horizontales alineadas. Esto significa que no hay inclinaciones laterales en absoluto.
• Pecho abierto y espalda ancha.
• Ojos alerta y cuello alineado con la espalda.
• Caja torácica ancha.

Doríforo

Todos estos puntos son representaciones visuales de un funcionamiento corporal (y mental) superior.

Entonces, ¿cómo lograr una postura que nos sirva para la función más óptima?

1. Asegúrate de que tu fascia esté hidratada

Cuando nuestra miofascia, que es la fascia que conecta con nuestros músculos, está poco estimulada (o, de hecho, sobreestimulada), se vuelve "seca" y pegajosa. Nuestra fascia es exigente por naturaleza y sólo funciona con movimientos que desafían el plano multidimensional, la forma en que los seres humanos estamos diseñados para movernos por naturaleza.
Si, por el contrario, estamos inactivos o sobrecargamos zonas específicas, como hacen muchos métodos de fitness modernos, el agua no puede viajar por las capas de la fascia, que se queda inmóvil y, con el tiempo, forma adherencias o lo que se conoce como puntos gatillo.

La "analogía de la red de pesca" de la formación de puntos gatillo

La forma de resolver los puntos gatillo es prácticamente mediante tratamiento, ya sea con un profesional o por cuenta propia. Estas técnicas de masaje se denominan liberación miofascial e implican herramientas en las que se aplica presión directamente sobre el punto gatillo. Si se mantiene durante 2-10 minutos, la zona de presión atraerá el agua, como cuando se aprieta una esponja bajo el agua. Con el tiempo, los puntos gatillo se rehidratan lentamente y desaparecen.

2. Haz Trabajar tu Diafragma

Si tus músculos no pueden dispararse de forma que guíen el resultado más óptimo del movimiento, tu biomecánica se verá perjudicada y, por tanto, también tu postura, ya que una buena postura requiere que se disparen los músculos estabilizadores adecuados. Esto es, por ejemplo, lo que nos permite pasar del niño cuadrúpedo que gatea al adulto que se mantiene de pie..

Uno de estos músculos, quizá el más importante de todos, es el diafragma. Es el músculo principal de la respiración y el que se encuentra en el centro profundo del cuerpo humano, por lo que también es responsable de la estabilidad del tronco.

En este vídeo examino a fondo cómo potenciar la función completa del diafragma:

3. Optimiza tu Biomecánica

Como ya se ha comentado brevemente, nuestra fascia requiere un buen movimiento para mantenerse estable y funcional. Y puesto que la fascia es esta capa fina, parecida al plástico, que envuelve todo nuestro cuerpo y todos sus elementos, la función de nuestra fascia determina la función de todo lo demás que hacemos, incluido nuestro movimiento y viceversa.

Entonces, ¿cómo explicar ejercicios con buen movimiento en un artículo? No se puede. Pero puedo explicar por qué estoy convencido de que la industria del fitness nos perjudica más de lo que nos beneficia, y lo que podrías hacer en su lugar.

Como seres humanos, somos complejos por naturaleza y necesitamos estímulos complejos para crecer. Esta es una de las razones por las que la naturaleza es mucho más profunda a la hora de estimular el desarrollo de nuestro cerebro de lo que lo es el interior de tu casa o apartamento. La naturaleza es aleatoria y caótica, con formas y colores diferentes, movimientos aleatorios e impredecibles, terreno accidentado, etc. Tu casa ofrece alineación, cuadrados, colores estériles y un entorno predecible.

Lo mismo ocurre con el movimiento. El cuerpo humano necesita estimulación en su totalidad. Esto incluye sus diversos músculos y tejidos, el cerebro y la percepción, nuestro sistema sensorial, nuestro sistema nervioso, etc.

La industria del fitness tradicional y del fisicoculturismo, no te proporciona nada de esto. Proporciona un entorno artificial y predecible.

En este vídeo, encontrarás un ejemplo de cómo es el entrenamiento, cuando el cerebro está involucrado en tu ejercicio, y el entrenamiento está dominado por el movimiento multidimensional:

4. Corrige tus Barreras Mentales

No es ningún secreto que cómo nos sentimos mentalmente afecta a cómo percibimos el mundo y a cómo funciona nuestro cuerpo.

Puesto que todo es un sistema conectado, la forma en que pensamos, y en última instancia sentimos, se transmitirá por señales a través del sistema nervioso desde el cerebro hasta nuestro cuerpo, que responde por contracción.

Así es como un trauma psicológico puede manifestarse como un trauma físico.

¿Ha observado alguna vez a una persona deprimida? ¿Expresaban una barbilla elevada, el pecho mirando al cielo y los brazos abiertos? ¿O todo lo contrario?

Toda emoción negativa se expresa como flexión. Y estar encerrado en flexiones significa estar comprimido, ya que este es un rasgo de supervivencia universal de las especies que protegen sus órganos vitales cuando se enfrentan al miedo y al desestrés.

5. Usa Bandas Biofeedback

Hace unos años conocí el concepto de poner bandas alrededor del cuerpo para trabajar y mejorar la biomecánica.

El concepto tenía mucho sentido para mí, así que lo adopté en mis metodologías. Más tarde diseñé bandas elásticas de algodón orgánico suave que no resultaran incómodas de llevar en el cuerpo como las bandas elásticas normales. Las llamé bandas Biofeedback.

Sencillamente porque retroalimentan al cuerpo, que responde a las señales que emiten. Al encerrar zonas corporales específicas provocamos una disfunción postural. Al hacerlo, los músculos exactos que están débiles y desconectados en la disfunción, se ven obligados a comprometerse para luchar contra la resistencia de la banda.
Con el tiempo, la disfunción postural (cifosis, hombros redondeados, rodilla valga o lo que sea) desaparecerá.

Recuerda que la postura es el subproducto de lo que somos. No al revés. Si quieres arreglar tu cuerpo, tienes que cambiar fundamentalmente quién eres (qué haces, cómo piensas, etc.).
La postura no es algo que puedas arreglar moviendo dos mancuernas en el gimnasio un par de veces por semana.

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